Aunque el agua es un elemento vital para el desarrollo de cualquier economía del mundo y aunque en México se han implementado acciones para proteger este recurso, el riesgo de desabasto es cada vez mayor, coinciden especialistas.

Aunque el agua es un elemento vital para el desarrollo de cualquier economía del mundo y aunque en México se han implementado acciones para proteger este recurso, el riesgo de desabasto es cada vez mayor, coinciden especialistas.
Expertos en el tema abordaron los principales retos y soluciones a los problemas que enfrentamos.
Promover las actividades académicas, científicas, de investigación, de difusión y culturales para el enriquecimiento de las ciencias hídricas en nuestro país, es uno de los objetivos principales de la ANEAS y del Consejo Consultivo del Agua.
Más de la mitad de los grandes lagos del planeta están perdiendo agua por culpa del calentamiento global y del consumo humano, advirtió un estudio publicado este jueves en la revista Science.
Expertos recomendaron una serie de medidas que se deben implementar ante la grave crisis hídrica que enfrenta el país.
Es un problema en todo el país que registra 66 por ciento de su territorio con algún grado de sequía.
Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.
El cambio climático que provocamos los seres humanos con nuestro estilo de vida, amenaza la disponibilidad de agua dulce que necesitamos para vivir, pero parece que no estamos escuchando el llamado de emergencia desde hace más de dos décadas.
El agua, como bien público, se subestima, se le asigna un precio insuficiente y, a menudo, se gestiona mal. Para romper con eso, y más ahora que se ha intensificado la crisis de agua, urge tomar medidas orientadas a mejorar la gestión cooperativa de los recursos hídricos, adoptar políticas integradas sobre el agua y el clima, e incrementar las inversiones en el sector hídrico para garantizar el derecho humano al agua, promover un desarrollo económico sostenible, adaptarnos al cambio climático y reducir los riesgos de desastre.
El agua es una necesidad humana, que se usa para consumo, así como para que podamos contar con un desarrollo saludable. Tanto el acceso como la sanitización son derechos humanos y contribuyen a la dignidad, equidad y justicia social.